Un hombre afable, honesto, muy querido y grandísimo pelotari. Dicen de él que fue un innovador, uno de los grandes, y junto Mikel Goñi y el divino Ogueta, los únicos tres pelotaris capaces de llenar por si solos un gran frontón. Con Panaderito de Oion, la gente se quedaba en la calle sin poder verle in situ.
Esta mañana se ha producido el hecho, y su funeral está previsto para mañana domingo en la parroquia de Santa maría de su pueblo natal, allí donde naciera en 1949.
Desde pequeño, en edad escolar, habitual siempre del viejo Toki Alai, donde se pasaba las horas en compañía de su pelota. Trabajó en una fábrica de sillas, pero donde era felíz, además de en la cancha, fue en la panadería Zabala, donde alguien se ocupó de formarle como deportista y pelotari además de como persona.
Tras la mili, en Araca, siendo aún muy joven debutó como profesional, y fueron memorables sus peleas ante Retegui, Aldzabal, Oreja, Maiz, Madrid, y compañia…
Dueño de una técnica diferente, distinta, de un arte que le hacían un pelotari que no se parecía a nadie. Además era puro pundonor: un jabato.
Se inventó el arte de la botivolea que luego otros imitaron y nadie fue capaz de igualar y mucho menos encontrar la manera de superar. Cualquier copia fue mucho peor.
La pelota le debe mucho, la pelota alavesa también y por supuesto sus amigos y vecinos de Oyón donde el frontón lleva su nombre.
Tras el muy grande Panaderito de Oyon, Arroyo, el primero de la saga, vinieron luego Arroyo II y Arroyo III, también profesionales, el primero, Txema, en Aspe y el segundo, Javier, en Besagain y Botivolea.
Descanse en paz.
Me parece un fallo muy grande que en los 4 festivales profesionales disputados este fin de semana, no se haya guardado un minuto de silencio por Aroyo.
Las empresas profesionales han ganado mucho dinero con este pelotari y creo que se han equivocado ignorandole.
Considero lo mismo un fallo garrafal,o en su defecto podian haberse puesto un lazo negro ,pienso yo