Salaberria-Elizegi y Carregal fueron más solventes en dos buenas finales del Memorial Goñi

Todo salió a pedir de boca en unas finales del Memorial Goñi que pusieron el broche de oro a otra magnífica edición del torneo zamarreara. con el frontón lleno y muchos profesionales en las gradas, Salaberria-Elizegi en elites y Carregal en promesas dentro del cuatro y medio se calaron las txapelas tras mostrarse más solventes en dos cometidas finales. Destaca que con la de ayer, el navarro Salaberria cuenta ya con tres títulos del Goñi, tras la del cuatro y medio de 2016 y la de parejas de 2017.

El de Goizueta y Elizegi fueron capaces de dar la vuelta a un partido que se les había puesto muy cuesta arriba cuando Exposito-Bikuña se adelantaron 2-7 en un abrir y cerrar de ojos. El zaguero donostiarra comenzó muy fresco, su derecha abrió huecos y Exposito los aprovechó para abrir el primer hueco. Sin embargo, los colorados se fueron entonando poco a poco y, a nada que Salaberria fue encontrando opciones de estar en juego, el marcador se equilibró hasta el primer empate, que se produjo en el diez iguales. Los azules habían venido con la idea de romper el partido atrás, pero un Elizegi muy seguro mostró enseguida que deberían buscar otra alternativa si querían llevarse la txapela a casa. Y no la tenían, y se desesperaron buscándola. Comenzaron a acumular errores, hasta 12 entre ambos en todo el partido y por ahí se les escaparon sus opciones de triunfo.

 

Y es que Salaberria-Elizegi siguieron a lo suyo, con el zaguero resistiendo y el delantero aprovechando la menor oportunidad para decantar una final disputada.

 

En el cuatro y medio promesas, el mayor oficio le sirvió a Carregal para hacerse con una txapela que parecía imposible cuando su rival se le adelantó 11-2. La violencia de los pelotazos de Larrazabal estaban descomponiendo al de Galdakao que para colmo, había cometido dos faltas de saque. Sin embargo, fue el de Amurrio el que pasó del cinco en el siguiente saque y ahí se salió del partido el alavés. Si hasta entonces, la violencia de sus derechazos y su volea había desarmado a Carregal, a partir de ese instante fue el de Amurrio el que se quedó sin respuesta. Tras una primera aproximación, (11-7) y un estirón colorado, el vizcaíno se adelantó por primera vez en el marcado en el 15-16, tras una sucesión de cinco saques consecutivos y otro error de un pelotari sin rastro de la solvencia mostrada hasta entonces.

 

Con todo, recuperó el mando del partido Larrazabal, pero los nervios lo atenazaron en un final de partido en el que Carregal se mostró mucho más entero. Larrazabal logró el 21 iguales con un voleón al alcance de los elegidos, pero el triunfo se le escapó con un error, el noveno además de tres faltas, que lo condenó en Zumarraga.

En la final del VI Torneo Popular, la fuerza y la juventud de Cruz-Oliveira no dio opciones a Urretabizkaia-Pueyo y revalidaron título.

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