La pala profesional puede decir hoy adiós

Al mediodía en Bilbao Fernando Gutiérrez, gerente de Emanbilbo, ha convocado a los medios para explicar la situación actual de la pala profesional. No parece que los presagios sean buenos. Veremos lo que pasa con esta modalidad de la pelota vasca.

La pala, herida de muerte (Etxaniz, El Correo)

Atrás quedan nueve meses de incertidumbre, una deuda acumulada que supera ya los 150.000 euros y 23 pelotaris que se quedarán en el paro. La pala, en este contexto, está herida de muerte si no sale a la palestra algún ‘mecenas’ que lo remedie. Los continuos despropósitos de Emanbilbo, que desde el inicio comenzó a desvariar en su línea de actuación empresarial, han culminado en una situación dramática para la disciplina. En tres ocasiones ha tratado de cambiar los contratos y también ha intentado dividir el grupo, pero lo único que ha conseguido es fortalecer a los profesionales, que dejaron de confiar en él hace bastante tiempo.

Puertas cerradas
Con todas las puertas cerradas, Gutiérrez tampoco ha podido rubricar el acuerdo que EITB puso sobre la mesa y que incluía veinte festivales. Todavía le esperan en Iurreta con los contratos anuales de los palistas firmados, una cláusula insalvable. El colectivo de profesionales decidió seguir jugando ante el talante inflexible que mostraba la empresa a través de advertencias. Castigar a pelotaris, avisos de impagos y adelantar bajas son otras actuaciones erróneas de la gestión empresarial.

Un S.O.S. desde el pasado (Joseba Fonseca, El Mundo Deportivo)

Todos ellos (Insausti, Juan Pablo y Daniel) vivieron la huelga de mediados de los 90, que llevó a la pala a un parón de un año, y saben que los problemas de la modalidad no son de ahora. “Ya en nuestro tiempo veíamos que, paulatinamente, sin ruido, pero de forma inexorable, cada vez acudía menos público al frontón. Ahora se ha seguido en esa línea”, apunta Juan Pablo, a quien siempre le ha sorprendido “lo marginal que ha sido en comparación con la mano”. La cuestión ahora es sí el ‘leño’ tiene futuro. El riojano hace una reflexión no demasiado alentadora al respecto: “Un proyecto empresarial tiene que poder subsistir sin apoyos. Si Totorika no era capaz de rentabilizar esa actividad, nadie lo será. El ya tenía una estructura cuando cogió la pala y si se retiró de ella, es por algo”.


© Pelota Vasca - Manista. Diseño: iLUNE