GOIXERRI-LEKERIKA Y GOIKOETXEA-MANCI, A LA FINAL DE MUTRIKU

Jai Alai News

GOIXERRI-LEKERIKA vs GOENAGA-AIMAR: 15-13, 15-9

GOIKOETXEA-MANCI vs BARANDIKA-ETCHETO: 15-11, 4-15, 5-1

Semifinales del Master Series de Mutriku anoche en el frontón Miruaitz de la localidad gipuzcoana. Aforo completo y gran ambiente, las 200 entradas ya estaban vendidas para la víspera. Y entre los asistentes, tres grandes figuras. El mutrikuarra Isidro Lekube, y los markinarras Jabier «El Jíbaro» Gisasola y Juan Mari «Chino» Bengoa, leyendas vivas del Jai Alai y aficionados de primera línea. Un lujo para los jóvenes pelotaris poder jugar ante la atenta mirada de estas figuras. ¡Cuánto jai alai habrán visto sus ojos! 

En cuanto al festival, muy bonito primer partido en el que se enfrentaron los delanteros locales Jon Goenaga y Ekaitz Mendizabal «Goixerri», bien respaldados por Lekerika el primero, y Aimar el segundo. El encuentro comenzó bien para Goenaga y Aimar. Jugando muy bien los dos, se pusieron 0-4, 2-7 y 4-8 por delante. Pero cuando la pelota se avivó Leke pudo hacer más daño con su derecha, atropelló, hizo tantos de dos paredes, y los colorados pudieron realizar nueve tantos seguidos para ponerse 13-8 por delante. En el primer tramo de set Goenaga nos dejó algunos buenos tantos, bien de costado o de derecha, y en el segundo tramo del set, fue Goixerri quién se pudo lucir más. Los azules se acercaron pero Goixarri termino el primer juego con un costado vertiginoso: la pelota superó a Goenaga y Aimar no pudo llegar a pesar de tirarse «en plancha» en la contracancha.En el segundo set los azules bajaron de juego y Goixerri y Lekerika siempre fueron por delante, 2-1, 7-5, 12-6. Bonito tanto el que puso en el marcador 13 a 6. Goenaga tira un gran costado, llega Goixerri -la contracancha es bastante estrecha- y rompe la pelota para hacer tanto. El partido terminó 15-13 y 15-9.

En el segundo partido el joven zaguero local Mikel Mancisidor jugaba con Iñaki Osa Goikotxea. Es una suerte jugar con Goiko, pero también una gran responsabilidad para un pelotari joven como Manci, y delante de todo el pueblo. Pero respondió bien, ante una pareja, Barandika-Etcheto, que no necesita presentación en ningún frontón. La mayor diferencia para un pelotari joven cuando empieza a entrar en partidos de este nivel, es la velocidad de la pelota. Ese es el mayor cambio, el ritmo del juego.

El partido fue entretenido y tuvo dos caras diferenciadas. El primer set fue colorado, 15-11, pero el segundo set fue totalmente azul. Tras comenzar perdiendo 1-6 y 2-9, estaba claro que Goikoetxea iba a guardar todas las cartas para el desempate. Así fue. Después de perder 4-15 en el segundo set, se decidió todo en el tercero: una pelota a la txapa de Barandika, un tanto de txik-txak del delantero gernikarra, un palo de Etcheto, un rebote de derecha de Goiko… Sin darse cuenta, los colorados ya estaban a falta de tanto con el 4-1. El último saque de Goikoetxea, el que no lo vio, lo escuchó. Sonó a misil, y el blanco fue Etxeto. Saque a rebote y fin de partido. 15-11, 4-15, 5-1.

El próximo viernes se jugará la gran final y un primer partido todavía sin determinar. Lo único que está claro es que el que quiera entrar, se tendrá que espabilar, y rápido. Presenciar partidos de cesta-punta, y de este nivel, en el frontón Miruaitz, es una experiencia única que no se vive en ningún otro lugar. El público está pegado a la red, encima de los pelotaris. La contracancha es estrecha, y el aficionado puede sentir muy de cerca lo que se vive en la cancha. La pelota va a tremenda velocidad, muchos tantos son a «atropellar», el ritmo de juego es siempre altísimo y el sonido de la pelota contra la pared, desde tan cerca, impresiona. El que no haya estado nunca, que lo apunte porque en Mutriku se vive el jai alai de otra manera.

El próximo viernes el frontón se volverá a «llenar». La única duda es qué día se agotarán las entradas y en cuanto tiempo.

Porque una cosa está clara, y este verano se aprecia todavía más:

La gente tiene hambre de cesta-punta.

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