Félix: «Estos 32 años se han pasado muy rápido»

Juan Luis Ibarretxe-Master Jai

Félix Espilla colgará mañana día de Reyes la cesta en un festival que ha levantado una gran expectación y en el que, con Aimar Aldazabal, se enfrentará a Lander-Arriola en una contienda que se celebrará el frontón Universidad de Markina (17:00 horas). A continuación se le realizará un homenaje con el que se dará por concluida una carrera deportiva de 32 años como profesional.
¿Recuerda esa carta que le informaba de que tenía que ir a jugar a América?
Sí, en ese momento estaba con Jauregi, que era el que nos enseñaba a jugar a cesta. Cuando tenía cinco años, un coche me había pegado, la nariz se me quedó mal y tenía problemas para respirar, o sea que fuimos a un médico de Lekeitio que era muy bueno y, como había muchos pacientes esperando, fuimos al parque de al lado de la iglesia. Allí es donde Jauregi nos dijo que tenía una carta del intendente de Palm Beach y que yo iba a tener que ir para allá. En ese momento, mi madre se puso a llorar.
¿Cómo fue ese accidente?
Yo iba con un amigo, con José Carlos Alza, fue hace 44 años y entonces casi no pasaban coches por Berriatua. Nosotros estábamos jugando, íbamos a su casa, que estaba al otro lado de la carretera, él iba por delante, yo corría detrás por una pendiente y le pegué al coche, al Seat 1500 del taxista de Durango. De la leche que me dio me desplazó diez metros o así y me destrozó la cara, desde la nariz al ojo y todo. Mi madre pensó, ése es mi hijo y no voy a salir, entonces Mari Carmen, la del bar, me cogió, me llevó a Ondarroa y me cosió de pie. El conocimiento, se me iba y se me venía, así me cosió, y seguido, para casa.
Con su marcha a América, su padre se quedó con un empleado menos.
Nosotros hemos nacido para trabajar, de camionero o en el almacén de piensos, yo era multioficios. Las hermanas también trabajaban, pero él tenía la esperanza de que yo me quedara con él.
Y allí conoció alimentos como las langostas o el maíz.
Cuando marché para allá yo no conocía nada y hemos tenido la suerte de saborear la langosta y el maíz antes que aquí. Ahora contamos con todo tipo de verduras y de todo, pero entonces aquí se comía sota, caballo y rey.
¿Cómo se le han pasado estos 32 años como profesional?
Muy rápidos. Fui con 16 años a América y se me ha pasado todo muy rápido porque he estado haciendo algo que me gusta.
Su historia de la mili es curiosa.
Tras ir en 1978 a Newport, vine dos años a Euskadi, marché a Palm Beach y me dijeron que no podía inscribirme en el consulado de Miami porque tenía la mili pendiente. Me habían metido en caja y cogí un  disgusto terrible, llamé al padre, él fue al Ayuntamiento de Ondarroa, estuvo con el alcalde, hizo el papeleo y se solucionó, pero pasé unos meses malos, porque iba con ilusión y si con 18 años te tiras dos años parado… Al final hice la mili por consulado y todo salió bien, aunque eso sí, fue un poco larga, ya que durante ocho años tuve que presentarme en el consulado.
¿Es verdad que de chaval era un artista con la paleta?
Me gustaba mucho. Todos los deportes me atraen, pero la paleta me encantaba, tenía poder, hacía jugadas y, al tener el frontón aquí al lado, jugaba a menudo. Había muchos que la practicaban, eran cuatro o cinco años mayores que yo y competía con ellos. Así surgió lo de la cesta, porque la gente me veía y le comentaba a mi padre que yo debía probar y que se me iba a dar bien.
Su familia ha jugado un papel importante en su vida y en su carrera deportiva.
Sí, mi mayor seguidor ha sido mi padre y también mi mujer. Cuando llegué tras haber ganado las tres NAJF, yo había cogido algo de fama, pero mi padre no me había visto nunca y le hacía ilusión, de hecho, luego me ha seguido a todas partes, y no me sigue al baño, pues no sé por qué. Ahora tiene al nieto jugando y seguirá acudiendo al frontón, porque la cesta y la mano le gustan mucho.
¿Era rígido su padre?
Era duro. A él y a la madre les ha costado mucho salir adelante en la vida. Mi padre igual tenía que estar fuera varias días con el camión y a mi madre le tocó trabajar mucho cuidando de los cinco hijos. Siempre nos inculcaron que, si no valías para estudiar, había que trabajar, y si podías hacer las dos cosas a la vez, pues mejor.
A Anastasio ya le hubiera gustado que usted siguiera un añito más.
Él y la mujer estarían encantados de que yo continuara, pero algún día tenía que llegar la retirada y si no era éste año, pues iba a ser otro. Me hubiera gustado seguir, pero hemos decidido que éste es el momento y ya está.
Dos de sus niñas casi nace en el frontón.
Dos no, las tres. La mayor nació en América, el sábado íbamos a jugar el Citrus, ella nació la madrugada del jueves al viernes y ese mismo día fui a Orlando con Tomás. La segunda vino después de la presentación del Mundial de Biarritz, a la vuelta paramos en Donosti porque teníamos revisión, y yo jugaba en el Balda, mi mujer se puso de parto y a la tarde fui a jugar. La tercera nació durante el Mundial de Pau de 2006. Estábamos cenando la víspera de la final y Raquel me dijo que había roto aguas, o sea que fuimos a Donosti y allí dio a luz.
¿Su mayor triunfo son sus hijas?
Pues sí, siempre he querido tener familia, la ilusión de Raquel y mía era tener al menos tres y, aunque todo han sido niñas, no me ha importado, yo lo que quería es que el bebé estuviera sano y salvo, no me importaba chico o chica. Gracias a Dios tenemos tres hijas preciosas y estoy muy contento.
Ustedes eran tan famosos que una vez se colapsó la autopista por su culpa.
Sí, era el último día de la temporada y el que acertaba el orden de los seis clasificados de la quiniela (Supersix) se iba a llevar un bote de 450.000 dólares de lo contrario, iba a repartirse. Fue tanta gente y se apostó tanto que se colapsaron las máquinas, hubo ocho mil espectadores, todos salieron a la vez y se montó un cirio tremendo, hasta se colapsó la autopista.
Usted ya sabe lo que es pegarse viajecitos largos en coche.
Después de la huelga tuvimos la oportunidad de ir tres meses a Tijuana y acepté, porque llevaba tres años sin coger la cesta. Fui con Larrea, Robles y Etxeba y a la vuelta hicimos cinco mil kilómetros del tirón. En total tardamos 36 horas en regresar a Florida.
Con algún tiburón ya tuvo también algún encuentro fortuito.
Así es, yo estaba con un cubano llamado Andrade, que tenía un bote bastante hermoso, fuimos a coger tuna y de repente, vimos un tiburón cuya aleta rebasaba la altura del motor, pasó a nuestro lado y no sucedió nada, pero nos llevamos un susto terrible.
Por último, ¿cómo será su vida después del festival de su despedida?
Pues no sé. Estaré alegre al ver que he podido jugar durante tanto tiempo, pero a la vez me quedaré triste, porque se trata de algo que he hecho toda mi vida, me ha gustado, he conocido muchos amigos y ahora viviré esto desde fuera. Antes también lo hacía, porque me gustaba ver partidos y en el futuro seguiré ensayando y los fines de semana tendré más tiempo para dedicar a la familia. Además tengo trabajo, o sea que ya estaré ocupado.

PROGRAMACIÓN – PROGRAMAZIOA

JUEVES, 6 DE ENERO – URTARRILAREN 6-A, OSTEGUNA

FRONTÓN UNIVERSIDAD  – MARKINA 

HORA: 17:00ETAN – ETB EN DIFERIDO

DESPEDIDA Y HOMENAJE A FÉLIX

PRIMER PARTIDO – 20 TANTOS

ALBERDI II  – JOAKIN

contra

HORMAETXEA – MUGARTEGI

SEGUNDO PARTIDO – 30 TANTOS

AIMAR – FÉLIX

contra

LANDER – ARRIOLA

© Pelota Vasca - Manista. Diseño: iLUNE