El último partido: Murió el gran campeón mundial, César “Perro” Bernal

Bernal (izuierda) junto a Iroldi

Columna de Jorge Crosa en Tenfield de Uruguay

– Y aquí estoy, jugando semifinales, Jorgito …

Esa fue la respuesta del Perro, el gran Perro Bernal, cuando lo llamamos el viernes pasado a su casa y Serrana, su esposa, le alcanzó el teléfono.

“Jugando semifinales” … mirá vos, como cuando los conocí tanto al a él como al querido hermano Negro Iroldi, siempre juntos, metiendo firme al notable deporte de la Pelota Vasca, que tantas alegrías nos dio al pueblo uruguayo.

El Perro Bernal y el Negro Iroldi, una pareja formidable, histórica, de leyenda, señores, que nos dejaron nada menos que cinco campeonatos del mundo al Uruguay.

¡Cinco títulos mundiales!

Algo hoy, que sólo el fútbol puede acercarse y soñar.

Los recuerdo con ese cariño de amigos que sólo el sano deporte te puede dar.

El querido club Euskal Erría, de la calle San José, vio su figura campeona, en cientos de oportunidades y allí comenzó a gestarse la gran cadena mundial de títulos, por 1966. Ese mundial lo transmitimos por Radio Sport, tanto a tanto, en partidos memorables.

Después, cuatro años más tarde, tuvimos el gusto de transmitir de una manera muy singular otro mundial, mediante contacto radioaficionado, – no se tenía el nivel tecnológico de hoy, naturalmente – el Campeonato de San Sebastián.

Luego, la pareja invencible del Perro y el Negro, volvieron a traernos un título del mundo y lo pudimos informar en 1978 por Radio Sport, esta vez en Biarritz, en el suroeste francés.

Notables, una vez más, los uruguayos.

Dos años después, nos fuimos a Colonia, para el mundial Especial y también lo ganaron.

– Hay que meter, firme, no aflojar, respirar hondo y la fuerza viene sola, haceme caso …

Conversaciones de campeones entre Bernal e Iroldi, que escuchábamos desde la reja.

– Pegá por derecha, Negro, llevala a “buena” nomás, éstos no van a aguantar el peloteo … vamooo!

Ese era el espíritu del Perro. Una fiera.

Un pelotazo en el Euskal Erría, lo recordamos, le dio en plena nuca. Casi lo desvaneció. Pero en el vestuario, atendido por los médicos, al recuperarse preguntó: ¿Estos están ahí, todavía ? (refiriéndose a los rivales y al partido) – Vamo’Negro, ¡ahora sí no perdemos más!

Garra y pìco, corazón salvaje, valiente, guapo, corajudo, campeonazo …

Y en el 1981, repitieron, como si fuera poco, el quinto Campeonato Mundial de Paleta Española, nuevamente en Biarritz.

Una historia maravillosa, casi de fantasía, para el deporte uruguayo.

Y en el orden personal, se fue mi amigo que me enseñó a pegarle, junto al Negro Iroldi, a tirar dos paredes, la derecha corta, el tambur seco, darle de aire con pique y reja …

Ta … Perro viejo, hiciste todo y más,

Perdiste el partido que perdemos todos. Hay dolor, angustia y rebeldía y no queremos que no venza la resignación.

Por eso afirmo que ganaste mucho más, muchísimo más para nuestro querido Uruguay.

Gracias, muchísimas gracias, es poco, ya sabés, pero es lo que se dice siempre. Para nosotros, seguís jugando igual …

Perro querido: ahora estás en el Cielo de los Campeones.

Jugá como siempre … y ganá, como siempre.

 

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